El calor oprimía como una prenda empapada sobre la muchedumbre de Paikang. El aire, espeso y dulzón, tejía sus dedos alrededor de cada aliento, mientras la ciudad, sujeta bajo el peso del sol, emitía sus lamentos como metal ardiente bajo el martillo. El fragor de la vida se encadenaba al paso de los camellos y al llamado de los mercaderes, que con sus voces afiladas cortaban la bruma de incienso y sudor. En las esquinas, los ancianos jugaban al shatranj, sus dedos danzando sobre los tableros de marfil como si el propio destino dependiera de sus astutas estrategias.
A través de la muchedumbre se deslizaba una figura encapuchada, cuyo paso, ni rápido ni lento, se fundía con el oleaje humano. Nadie se percató de sus manos, del sutil movimiento bajo la tela, la leve presión contra el costado, donde el frío metal reposaba, aguardando el llamado de su dueño. La ciudad, ese tapiz de sabores y desdichas, tejía su trama con los hilos de la ambición y el deseo. Aquí, la lealtad era tan frágil como el cristal de las lámparas que colgaban de los pórticos, y el honor se medía en monedas de oro que tintineaban en bolsas ocultas. Paikang era un nido de serpientes, donde la belleza y el peligro bailaban en íntima comunión. La figura detuvo su paso frente a una fuente, donde los espejos de agua jugaban con la luz del día. Allí, por un momento, la capa se deslizó para revelar la visión de un rostro marcado, no por el tiempo, sino por las cicatrices de mil batallas. Los ojos, oscuros como la noche sin luna, reflejaban la promesa y la condena de Paikang, la eterna lucha entre la luz y la sombra, entre la vida y algo que se semejaba mucho a la muerte. A lo lejos, el zumbido de la ciudad se fundía con los cánticos de los monjes en los templos, mientras que en los barrios bajos, los susurros de las conspiraciones se confundían con las plegarias de los desesperados. Y así, entre el tumulto y el silencio, la figura encapuchada retomaba su andar, desapareciendo en el laberinto de calles, donde cada sombra susurraba una historia y cada luz revelaba una traición.
2 Comentarios
Goku
26/5/2024 05:29:11
En recta final cuando más publicidad se tenía q hacer al juego y veo dejadez en Twitter, Facebook, grupo de Telegram,por aquí también.
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Lolo
26/5/2024 23:10:00
Coincido compañero
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Octubre 2024
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